Protectores solares… todo lo que tienes que saber


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El sol ha llegado y lo ha hecho para quedarse. Los días son más largos y las nubes han dejado paso a cielos despejados y azules. Si a eso sumamos a esto que aprovechamos estos días y cada rayo de sol para ponernos morenos o disfrutar de un día soleado, debemos tener cuidado por los problemas como quemaduras y sequedad excesiva de la piel.

Como contamos en un post anterior, el sol y los días de verano afectan a nuestra piel provocando una mayor deshidratación y puede generar manchas y arrugas prematuras si no cuidamos nuestra dermis. Vimos la necesidad de usar cremas, hidratantes y qué medidas de precaución teníamos que tomar. Pero, ¿qué cremas o cosméticos tenemos que usar? Porque a la hora de comprar vemos aceites, cremas, protectores, aftersun… Hoy queremos ayudaros a poner orden y ver para qué sirve cada una.

Cremas solares, un clásico

El sol emite una radiación ultravioleta que puede ser dañina y peligrosa para nuestra piel. Las famosas quemaduras, eritemas o irritaciones son sus consecuencias. También, estas radiaciones pueden provocar alteraciones en las células de la piel que con el paso del tiempo pueden ocasionar graves problemas dérmicos.

Para evitar estos problemas y proteger nuestra piel es necesario usar algún tipo de protector solar. Estás cremas ponen una barrera protectora entre el sol y la piel y si escogemos el factor de protección adecuado no tendremos ningún problema. Para ello tenemos que tener en cuenta algunos factores como el tipo de piel, la textura, el factor de protección y la textura. Para una elección correcta

  • Categoría o intensidad de protección solar.
  • Factor de protección o SPF. Habitualmente el más bajo es 6 y el más alto 50.
  • La garantía de protección frente a los rayos UVA que pueden provocar daño a la piel.
  • Saber para qué tipo de piel está pensado el protector solar.
  • Seguir las indicaciones de la crema solar a la hora de aplicarlo y de la cantidad adecuada y los tiempos y formas.

Autobronceadores para el verano

Estos productos tienen como función mantener la piel húmeda y a la vez crear una barrera protectora para evitar una deshidratación excesiva. De esta manera nos pondremos morenos de manera uniforme. Captan con mayor facilidad los rayos UVB, que son los que nos permiten ponernos morenos, y mientras nos protegen de los rayos UVA.

La diferencia que tiene con los protectores solares es que al facilitar el bronceado tiene una barrera protectora más bajo. Los factores de protección que cuentan los autobronceadores son de más bajo espectro y esto facilita la filtración de los rayos ultravioleta.

Además, la mayoría de los autobronceadores cuentan con extractos vegetales que al aportar vitaminas y mejorar la hidratación de la piel permite que sea más fácil ponerse moreno o intensificar el tono de la piel.

Aceites solares, otra opción más

Si escoges los aceites solares para el cuidado de la piel no hace falta que utilices otro tipo de protector solar. De la misma forma que las cremas protectoras, protegen de la incidencia de los rayos UVA y evita la aparición de manchas y arrugas.

Lo que sí tenemos que tener en cuenta a la hora de usar los aceites solares es que tipo de piel tenemos. Al ser más hidratantes que otros protectores los aceites están más indicados para las pieles secas. De la misma forma no se aplican de la misma forma, sino que hay que tener especial precaución en su uso, especialmente en zonas de la cara y corporales que son más grasas, ya que puede empeorar la piel del paciente con acné.

Y para después, after sun

Protegernos frente al sol no se nos suele olvidar, pero en muchas veces lo que si pasamos por alto es terminar nuestro ritual del sol con una crema after sun. ¿Por qué tenemos que usar una crema de este tipo?

Porque mejora la hidratación. Los rayos del sol estresan la piel y esto provoca que pierda agua. Una de las funciones del after sun es lograr que la piel recupere esa agua perdida, bajar la inflamación de las células cutáneas y puede reparar el daño oxidativo evitando la aparición de imperfecciones en la piel. Esto lo consigue gracias a los activos hidratantes y calmantes como la caléndula, el aloe vera, la urea o el ácido hialurónico.

El after sun también prolonga el bronceado. Este tipo de crema no solo hidrata sino que repara la piel después de la exposición prolongada, esto lleva a que podamos prolongar el efecto de la piel lo máximo posible. Algunos after sun incorporan pigmentos que tiñen la capa más superficial de la piel y activan la melanina protectora prolongando el moreno durante más tiempo.

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